La Justicia federal comienza a investigar el hallazgo en la cámara frigorífica de un buque amarrado en el puerto de San Lorenzo (Santa Fe). Hay 20 detenidos.

En la mañana de este jueves, la Justicia federal comenzó a investigar el hallazgo de más de 400 kilos de cocaína en las cámaras frigoríficas del buque carguero MV Ceci, amarrado cuatro días atrás en el puerto de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Por el hecho hay 20 marineros detenidos, todos ellos de nacionalidad filipina.
Por estas horas, el fiscal Claudio Kishimoto y la PROCUNAR, se centran en determinar cuáles de los tripulantes tuvieron un vínculo con los dueños de la droga y llevaron a cabo la carga. Para establecer las conexiones y roles de cada uno, esperan indagar a todos los marineros. El único que ya declaró en el expediente hasta el momento es el capitán del navío con bandera de las Islas Marshall, también filipino.
Los investigadores también analizan tres días de filmaciones de cámaras de seguridad, así como la presencia de una lancha que aprovisionó al buque en el puerto de San Lorenzo. Las autoridades, por lo pronto, creen que la droga se cargó en territorio argentino. Otra hipótesis en el caso apunta a una carga en el Atlántico.
Hasta ahora, el capitán no se encuentra cuestionado. Fue el jefe del navío quien inspeccionó la cámara frigorífica donde se hallaron los panes de droga. Luego, alertó a la empresa a cargo del transporte, que contactó a la Unidad de Información Financiera, encabezada por el fiscal Paul Starc.
Ahora, ¿quién es el dueño de la droga? Los grandes traficantes internacionales que operaron en Argentina durante los últimos años, como Erwin Loza y Carlos Atachahua, se encuentran presos y condenados.
En la Justicia federal se baraja la chance de un narco internacional de gran peso, extranjero, con el poder y el dinero suficiente para conectar la carga con los cómplices locales para contaminar al buque y realizar la descarga en aguas europeas.
Los megaenvíos ocultos en cargueros ocurren junto a pequeñas encomiendas enviadas por correo público o privado con droga inteligentemente simulada. Aquí, no hay lugar a dudas: la droga sale desde Argentina.
Fuentes en el negocio narco lo analizan de una sola forma: “Plata, amigo, plata. Solo necesitás a un chabón del otro lado y a alguien lo suficientemente gil para no verlo”.
En Bolivia, un kilo puede venderse a 2 mil dólares como precio mayorista. En Australia, según investigaciones oficiales, ese precio puede crecer a 270 mil dólares, una máquina de multiplicar dinero.-