El Millonario ganaba con goles de Borja y Colidio en el Gran Parque Central, pero en una noche polémica por dos rojas perdonadas al local, el Bolso puso el 2-2 final en una ráfaga con doblete de Carneiro, por la cuarta fecha del grupo H del certamen continental. Igual, sigue a un pasito de octavos.
River sacó este martes un agridulce empate 2-2 frente a Nacional en el Gran Parque Central de Montevideo por la cuarta fecha del grupo H de la Copa Libertadores 2024. Los dirigidos por Martín Demichelis hicieron un gran primer tiempo en Uruguay que los dejaba virtualmente clasificados a octavos, pero su rival creció en un segundo tiempo caliente y le robó la igualdad en una ráfaga.
La gran supremacía millonaria se vio en el primer tiempo, con un despliegue que no tardó en dar frutos. A los ocho minutos, abrió el marcador Miguel Borja al recibir de despaldas afuera del área, darse vuelta y sorprender a Luis Mejía con un tiro bajo a su ratonera izquierda. Más tarde, el Diablito Claudio Echeverri le dio trabajo al arquero y, en la primera local, Franco Armani actuó frente a Leandro Lozano. Pero a los 29 en la siguiente, de contra, Borja encaró en el área por derecha y metió el pase al medio para que Colidio empujara por el segundo palo para el segundo.
El complemento arrancó con algunos cambios uruguayos desde el vamos, y enseguida Lozano protagonizó una acción muy polémica contra Rodrigo Aliendro: fue con los dos pies hacia adelante, pegándole más a la pelota que a sus tobillos pero con una violencia que enervó a todos y provocó un largo tumulto. Después de apaciguar las aguas, el árbitro Anderson Daronco observó el VAR y, aunque se esperaba la roja por el planchazo y una adicional por propinarle una piña en la cara a Paulo Díaz para Franco Romero, todo terminó vergonzosamente en apenas una amarilla para éste.
En el juego, ciertamente, crecieron los de Álvaro Recoba. Armani se lo tapó a Gastón González y Mauricio Pereyra se lo perdió tras los rebotes, Colidio sacudió la modorra con un disparo cerca del ángulo y luego Enzo Díaz cometió una indiscutible mano en el área que a los 31 Gonzalo Carneiro cambió por gol con un penal a la derecha de Armani. Y enseguida, a los 35, Lozano conectó de cabeza un centro frontal para flotar la pelota al corazón del área y que Carneiro cabeceara otra vez a la derecha del arquero millonario.
Lo que siguió fue vertiginoso; parecía que cualquiera de los dos podía golpear a fondo. Sin embargo, ello no se tradujo en chances de peligro y no hubo más movimientos en el marcador. Más allá del trago fuerte, River sigue muy cerca de octavos y Nacional continúa persiguiéndolo a tres puntos.-