El multicampeón con la Selección Argentina hace su estreno en su nueva etapa en el Canalla como local ante Godoy Cruz ante una cancha repleta y los ojos de los fanáticos nacionales e internacionales.

En el fenómeno creciente de regresos de campeones con la Selección Argentina al fútbol local, el de Ángel Di María brilla con luz propia, entre su trayectoria en la Albiceleste y la que construyó en su paso por gigantes de Europa. Después de muchos años de ilusión con desenlace incierto, finalmente Rosario Central repatrió a su hijo pródigo y este sábado, desde las Hs. 16,00 en Arroyito ante Godoy Cruz, comenzará una nueva historia sobre los escenarios del Torneo Clausura.
La última imagen del Fideo en un partido oficial con la casaca auriazul se remonta al 16 de julio de 2007, cuando a sus jóvenes 21 años fue titular en Santa Fe ante Colón en una derrota por 3-1 que sufriría el Canalla por la última fecha de aquel Clausura. El extremo marcó el empate parcial aunque el envión no fue suficiente para el conjunto que dirigía Carlos Ischia.
Diez días después, se concretaría su transferencia a Benfica por ocho millones de euros y el resto sería historia. Luego vendrían Real Madrid, Manchester United, PSG, Juventus y nuevamente el conjunto portugués, desde donde partiría libre este año nuevamente rumbo a Rosario, con 37 años a cuestas.
En un arribo celebrado por propios y extraños, el astro no ocultó su emoción a la hora de la presentación: “Volver a casa después de tanto tiempo, vivir en Rosario y vestir la camiseta de Central es muy especial. Ser campeón con Central es lo único que me falta. El sueño de volver estaba, lo cumplí. Intentar ser campeón con Central es el deseo que tiene mi familia y yo”.
Dieciocho años después, toda una vida, Di María está de vuelta en el Canalla con una meta clara: que su aura ganadora contagie al equipo de Ariel Holan, con todo a su favor para alimentar la ilusión.-