Hoy terminan de colocar los postes y comienza el tendido de la malla metálica. Pedirán facilitar trámites migratorios para evitar colapso en el punto control.

La obra del muro perimetral en el paso fronterizo de Aguas Blancas, en el límite entre Argentina y Bolivia, avanza con ritmo sostenido y se encuentra en su etapa final. Según informaron fuentes locales, ya se completó el 95% de la instalación de los postes, y se espera para hoy la colocación de las últimas columnas e inmediatamente el tendido de la malla metálica de contención. De no mediar imprevistos, el muro estaría finalizado antes de que termine abril.
La estructura tiene un diseño estratégico que busca ordenar el flujo fronterizo: forma una especie de “U” que encierra el sector de las chalanas (embarcaciones que cruzan el río Bermejo), con uno de sus brazos principales representado por el propio muro y el otro por el cauce del río. El tramo más corto, que conecta la terminal con el Bermejo, estará controlado por efectivos de Gendarmería y de la Prefectura de la Nación. El objetivo es claro: que toda circulación de personas quede canalizada exclusivamente a través del paso oficial de Migraciones.
Con esta obra se apunta a reforzar la seguridad, prevenir el cruce irregular de personas y mercaderías, y ordenar un punto fronterizo que históricamente funcionó con alta informalidad. Aguas Blancas es un nodo clave del comercio y tránsito entre ambos países, con un movimiento diario muy alto, particularmente por parte de ciudadanos que cruzan para hacer compras o trámites y regresan en el día.
Sin embargo, si bien la infraestructura física está casi lista, aún quedan desafíos operativos por resolver. En diálogo con El Tribuno, el interventor de Aguas Blancas, Adrian Zigarán advirtió que será necesario acordar con Nación el funcionamiento del paso migratorio para evitar demoras y conflictos, especialmente una vez que el muro obligue a toda la población a utilizar el control oficial.
En este sentido, una de las observaciones que se hace es la necesidad de aplicar un sistema más ágil, similar al que ya funciona en Salvador Mazza, donde quienes salen a Bolivia y regresan a Argentina en el mismo día no necesitan no necesitan hacer el trámite migratorio completo en ambos países. “Sería una solución para evitar cuellos de botella cuando el muro esté operativo y toda la gente tenga que pasar por un solo punto” indicó Zigarán.
El muro representa un paso importante en la transformación del paso fronterizo de Aguas Blancas. Con su próxima finalización, se abre una nueva etapa que requerirá coordinación política e institucional para garantizar que el orden fronterizo no implique una barrera para la vida cotidiana de quienes habitan o transitan esa zona, que es la preocupación que se advierte, de acuerdo a la enorme cantidad de gente que a diario cruza en chalanas desde las primeras horas hacia la localidad boliviana de Bermejo para hacer compras.-
FUENTE DE LA INFORMACIÓN: EL TRIBUNO