Se trata de Julio Omar Núñez, un oficial de 40 años con asiento en Tartagal. Los otros dos fueron acusados por transporte de estupefaciente agravado.
El tercer policía que iba a bordo de la Toyota Hilux perteneciente a la fuerza provincial que se dio a la fuga el miércoles por la mañana, tras ser descubierto junto a otros dos uniformados transportando 420 kilos de cocaína, es el oficial Julio Omar Núñez, según le confió una fuente directa del caso a El Tribuno.
El funcionario sigue prófugo, mientras que sus compañeros fueron imputados y no quisieron hablar.
En el marco de un fuerte hermetismo por parte de las fuerzas de seguridad, tanto del orden provincial como nacional, hasta ayer y tras 48 horas de ocurrido el millonario secuestro sobre la ruta nacional 34, en Aguaray, no se sabía nada del tercer sujeto prófugo.
Se trata del oficial Núñez, de unos 40 años oriundo de Tartagal, quien venía desempeñando sus funciones en el Centro de Videovigilancia de esa ciudad.
El jueves, la jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Hernández, dio por formalizada la investigación penal requerida por el titular de la Sede Descentralizada Tartagal, Marcos César Romero, contra dos policías detenidos por la Gendarmería en un control en la localidad de Aguaray.
La imputación contra Alejandro Bravo (subayudante) y Mauro Palacios (agente) es por el delito de transporte de estupefacientes doblemente agravado, por la intervención de tres personas y por la condición de funcionarios públicos de los detenidos, cuya calificación legal tiene como pena mínima seis años de prisión y un máximo de 20. La jueza dictó la prisión preventiva por el plazo de 120 días, ninguno de los dos quiso declarar.
El fiscal relató que el miércoles pasado, a las 7.20, gendarmes del Escuadrón 54 “Aguaray” llevaban a cabo un operativo prevención sobre la ruta nacional 34, a la altura del kilómetro 1.466, donde detuvo la marcha de una camioneta 4×4 que contaba con ploteados de la “Policía, 911 Emergencias”, conducido por un agente de policía de Salta y dos acompañantes, que dijeron provenir de la ciudad de Salvador Mazza.
Al ser consultados sobre su destino, hubo contradicciones: dijeron que se trasladaban hacia Aguaray y luego aclararon que se dirigían a Tartagal. Tras consultarles por lo que llevaban en la caja y asomarse a la ventanilla, observaron a un tercer efectivo, quien le informó que la puerta no se podía abrir y llevaban cinco neumáticos para reparar.
Los gendarmes decidieron requisar el móvil y descubrieron el millonario cargamento, mientras se disponían a abrir los bultos el oficial Núñez salió corriendo al monte y abrió fuego contra los gendarmes, logrando fugarse.-
FUENTE DE LA INFORMACIÓN: EL TRIBUNO