Este miércoles, en medio de una multitud de gente, se trasladaron los restos del Papa Francisco desde la capilla de Santa Marta hacia la Basílica de San Pedro, lugar donde los fieles y religiosos podrán acercarse para despedir al Sumo Pontífice que falleció a los 88 años de edad.

El féretro del Santo Padre fue trasladado desde la que fue su residencia hacia la puerta central de la Basílica Vaticana, haciendo que el recorrido de la procesión pase por la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomartires Romanos y atraviese el Arco de las Campanas antes de llegar a la plaza de San Pedro.
El ataúd con los restos del Papa se llevó abierto en procesión, cargado a hombros por los “sediarios” pontificios y escoltado por la Guardia Suiza. Al mismo tiempo, iba precedido por los cardenales presentes en Roma y del otro lado cerraban la procesión las personas más cercanas al religioso, como sus secretarios y asistentes.
Una vez en la Basílica de San Pedro, el féretro fue colocado ante el Altar de la Confesión, frente a la tumba de San Pedro y del baldaquino de Bernini. Ya finalizado el traslado, con la presencia cardenales, obispos y personal del Vaticano, de comenzaron a entornarse las “letanías de los santos”, a las cuales se responde con la frase “ruega por él”.
Ya finalizado el traslado del féretro, se dio inicio a los tres días de velatorio público previos al funeral que será llevado a cabo en la Plaza de San Pedro. Durante estos días, largas filas de fieles y peregrinos podrán pasar a darle el último adiós al Papa Francisco. Luego, el ataúd se cerrará en una ceremonia privada.
Asimismo, este martes el Vaticano divulgó las primeras fotografías y videos del Santo Padre en su féretro de madera, ubicado en la capilla de la Casa Santa Marta, la cual fue su residencia durante el pontificado y donde fue velado en las últimas horas frente a los cardenales presentes en Roma.
El Pontífice, quien en noviembre pasado impulsó una simplificación en el rito de los funerales papales y pidió una tumba modesta con una única inscripción —Franciscus—, yace sobre un ataúd forrado en terciopelo rojo. Viste una casulla púrpura y una mitra blanca, y sostiene un rosario entre sus manos.-