Javier Milei los catalogó como “la última trinchera de la casta” y los acusó de no ajustar el gasto. Las provincias cuestionan la estrategia electoral de LLA. Preocupación en el Gobierno por si se aprueban los proyectos de alto costo fiscal.

Javier Milei reunió a decenas de empresarios el miércoles por la noche en el lujoso Yacht Club de Puerto Madero, un evento que tenía como fin recaudar fondos para la campaña nacional, pero que sirvió para conocer novedades sobre cómo el Presidente concibe los avances de su modelo y los próximos pasos que pretende dar.
El invite duró algo más de una hora y solo constó de su alocución, precedida por una breve presentación de Manuel Adorni, a quien luego Milei le regaló su discurso.
Los cincuenta minutos en los que habló el Presidente fueron dados a conocer al día siguiente. Su alusión hacia la oposición, tratándolos de “parásitos mentales”, se llevó la mayoría de los flashes. Pero se trató de uno de los discursos más políticos que Milei esgrimió en el último tiempo, revelador en su contenido sobre cómo prevé la relación con uno de sus aliados circunstanciales más importantes: los gobernadores, que poco a poco están empezando a abroquelarse contra la Nación.
Al hacer una revisión en la marcha de su gestión y exaltar la baja de la inflación, Milei adelantó que buscará resolver diversos “problemas acuciantes”, marcando que confrontará con el “Estado del Estado”, es decir, los gobiernos provinciales. “Es calamitoso y requiere de reformas urgentes en cada una de sus áreas”, desafío, haciendo un llamamiento a enfatizar el modelo libertario en cada una de las elecciones locales.-