En su cuenta personal de Facebook el Dr. Gustavo Mantovani, Coordinador del Samec Orán, publicó una Crítica Ciudadana a una propuesta del Concejo Deliberante de Orán.

Como ciudadano de la ciudad de Orán, me dirijo respetuosamente a las autoridades y a la comunidad para manifestar una crítica objetiva y fundamentada sobre la reciente propuesta del Concejo Deliberante que regula el accionar de los agentes de tránsito municipales.
Dicha propuesta, aunque valora principios como la “dignidad” y la “transparencia”, contiene disposiciones que entran en “conflicto con la Ley Nacional de Tránsito N.º 24.449” y que podrían poner en riesgo la seguridad vial de todos los ciudadanos.
Puntos críticos de la propuesta:
*1. Publicidad anticipada de los controles en medios y redes sociales.
Anunciar dónde y cuándo se realizarán controles de tránsito es un error grave desde el punto de vista preventivo. Esta práctica permite que los infractores eviten los controles con facilidad, anulando el efecto disuasorio que deben tener estas acciones. La seguridad vial requiere controles sorpresivos, permanentes y sistemáticos, no predecibles. Esta decisión debilita la autoridad y pone en riesgo la vida de quienes circulan correctamente.
*2. Retención de vehículos solo como “último recurso” ante riesgo inminente.
Esta interpretación restringe ilegalmente la capacidad de los inspectores. La normativa nacional permite la retención inmediata ante infracciones objetivas como circular sin casco, sin licencia o sin documentación. Limitar esta medida contradice el espíritu preventivo de la ley.
*3. Prohibición de sanciones inmediatas (“No punibilidad inmediata”)
Si bien es valioso educar, en contextos de infracción grave la ley exige acciones directas y proporcionales. Priorizar advertencias sin consecuencias reales “fomenta la impunidad” y el desprecio por las normas.
*4. Énfasis unilateral en el respeto hacia los ciudadanos sin exigir reciprocidad
Se exige dignidad por parte del inspector —lo cual es correcto— pero “no se establecen normas de convivencia ni sanciones ante agresiones o desobediencia” de los infractores. Esto genera un desequilibrio institucional que desprotege a los agentes y debilita la autoridad pública.
*5. Protocolo obligatorio con filmación y limitaciones operativas
Aunque la transparencia es positiva, establecer protocolos que condicionen la acción del inspector ante infracciones evidentes puede resultar en “parálisis institucional”. Los controles deben ser eficaces, respetuosos pero firmes.
CONCLUSIÓN
Una normativa local no puede estar por encima de la ley nacional. Esta propuesta, al suavizar las consecuencias de las infracciones, “proteger más al infractor que al cumplimiento del orden” y hacer previsibles los controles, compromete seriamente la función preventiva del Estado.
Es urgente que el Concejo Deliberante de Orán “revise y corrija estas disposiciones”, y promueva una normativa alineada con los principios de “legalidad, prevención y cuidado de la vida”. La comunidad necesita normas justas, firmes y equilibradas, donde todos tengamos derechos, pero también responsabilidades claras.-















































