Ariel Gareca, un joven de 25 años, lucha por recuperarse tras recibir un disparo en la cabeza el pasado diciembre, que le ocasionó la pérdida de la mitad de la movilidad de su cuerpo.
Gareca, quien trabajaba como pasador de hojas de coca desde los 20 años, era el único sostén de su familia, incluyendo a su hija de 4 años.
El incidente ocurrió la misma noche en la que Fernando Gómez, también bagayero, fue asesinado en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en la zona conocida como La Playa, cerca de la ribera del río Pescado. Según Daniel Gareca, hermano de Ariel, los gendarmes habrían sujetado a Ariel y le dispararon cuando estaba en el suelo.
“Lo quisieron rematar”, afirmó Daniel, exigiendo justicia y una investigación exhaustiva. Los hechos ocurrieron a unos 100 metros del Puesto 28 de Julio de control de la Gendarmería Nacional, sobre la Ruta Nacional 50, entre Aguas Blancas y Orán.
La situación de Ariel Gareca se suma al asesinato de Fernando Gómez, elevando las tensiones en la región y generando fuertes críticas hacia las fuerzas de seguridad. Las familias de ambos jóvenes acusan a la Gendarmería de actuar con violencia desmedida y claman por justicia.
Daniel Gareca subrayó que Ariel ya no podrá trabajar para mantener a su familia. “Esto nos destruyó la vida. Mi hermano merece justicia y que los responsables paguen por lo que hicieron”, concluyó.-
FUENTE DE LA INFORMACIÓN: QUE PASA SALTA