El 1 de septiembre, a las Hs. 05,00 de la madrugada, los peregrinos del Milagro, con el corazón lleno de fe y la mirada puesta en el desafío de más de 420 km, partieron desde Profesor Salvador Mazza.
La Ruta Nacional 34 se convirtió en su camino, un sendero marcado por cantos, alabanzas y oraciones. El espíritu misionero se respiraba en cada paso, contagiando a quienes se cruzaban en su camino. Los bocinazos de los vehículos, las manos levantadas en saludo, la calidez de los transeúntes, todo contribuyó a crear un clima realmente maravilloso.
La llegada a Aguaray fue un momento especial. Miembros de la comunidad los recibieron con los brazos abiertos, brindándoles un almuerzo preparado con amor por laicos en la gruta de la Virgen del Rosario de San Nicolás. La despedida, llena de emoción, se tradujo en abrazos, oraciones y la unión de las voces en un canto de esperanza.
El calor en la tarde del domingo no fue un impedimento para los peregrinos. El apoyo de Gendarmería Nacional, la Policía de la provincia y la solidaridad de otros peregrinos, que les brindaron agua para hidratarse, les permitió continuar su camino. En Piquirenda estación, la calidez de la gente les ofreció un respiro con pan, dulces, gaseosas y un saludo lleno de cariño. La noche los encontró en Piquirenda Viejo misión Fátima, compartiendo una cena que les permitió recuperar fuerzas tras una jornada agotadora.
Hoy lunes, en horas tempranas, los peregrinos partieron desde Piquirenda. Se espera que hacia el mediodía lleguen al ingreso del Santuario de la Virgen de la Peña, donde almorzarán.
Vecinos de Tartagal recibirán a los peregrinos esta tarde a las Hs. 18,00. En el puente de Cuña Muerta.
Luego participarán de una misa en el centro de la ciudad.-