Era la madrugada del 25 de septiembre pasado cuando un hombre ingresó sin permiso en el domicilio de su mamá pese a que tenía prohibido hacerlo.

La denunciante, que era expareja del acusado, contó que ella pudo escapar y salió corriendo a pedir ayuda al puesto policial más cercano, y agregó que cuando volvió más tarde él tenía piedras en sus manos y amenazaba a la familia. Cuando llegó la policía él se abalanzo contra un agente, logró evadirlo y se dio a la fuga.
A media mañana volvió a la vivienda del barrio Nueva Jerusalén de Pichanal, desde donde intentó apoderarse de un televisor. Un sobrino trató de detenerlo y se produjo una pelea durante la cual el acusado lo amenazó. Finalmente llegó la policía y fue detenido. Tenía prohibido acercarse a su expareja y a su madre pero seguía hostigándolas.
Por estos hechos, el joven de 23 años fue condenado por ser autor de los delitos de violación de domicilio, amenazas (dos hechos), hurto en grado de tentativa, atentado contra la autoridad y desobediencia judicial en concurso real, y cumplirá la pena de seis meses de prisión efectiva.
El juez de Orán Gustavo Ramiro Morizzio, dejó sin efecto la condicionalidad de una condena anterior y unificó ambas en la pena única de dos años de prisión efectiva. Fue trasladado a la Unidad Carcelaria 3 de Orán.-















































