A los pies del monumento al Gral. Güemes, el gobernador Gustavo Sáenz cerró la campaña de ‘Primero los Salteños’ de cara a las elecciones legislativas nacionales del domingo próximo.

Este jueves, el gobernador Gustavo Sáenz cerró la campaña de ‘Primero los Salteños’ a los pies del monumento al Gral. Güemes.
Acompañado de los candidatos de la lista, el mandatario destacó que nunca le pidió a un dirigente nacional que le “levante la mano” y que, de hecho, lo que ganó y el lugar que ocupa actualmente, lo consiguió “conquistando el corazón de la gente”.
Aseguró, en tanto, que su comportamiento político frente a los gobiernos nacionales fue de acompañamiento – “tampoco hay que desestabilizar”, dijo -, pero que no va a permitir que les pidan votar algo que vaya en contra de los intereses de la provincia.
“Los que están aquí se van a cortar la mano antes de votar algo en contra de ustedes”, indicó.
En tanto, consideró que el desafío de este domingo es empezar a cambiar la historia y solicitó a los salteños, especialmente a los indecisos – “que están hartos y con razón”, señaló – que confíen en ‘Primero los Salteños’.
“El domingo lleguen las urnas de votos con el pocho salteño, llenen las urnas de esperanzas, llenen las urnas de sueños; háganlo por los jubilados que comen salteado, háganlo por las personas con discapacidad, con los que fueron absolutamente torpes e inhumanos”, disparó el gobernador.
Insistió Sáenz en que este domingo próximo se llenen las urnas de “votos que tengan que ver con oportunidades para esos jóvenes que quieren progresar y crecer”, así como por “esas obras que necesitamos para tener trabajo genuino”.
“Cambiemos la historia, empecemos a escribir una nueva. No se van a arrepentir, no voy a dejar de pelear al lado de ustedes. Los que hoy quieren volver, no estuvieron con nosotros cuando se morían los niños por desnutrición en el norte y lo escondían”, arremetió el mandatario, y continuó finalizando: “No me dejen solo como me dejaron la mayoría de los legisladores. El próximo domingo llenemos la urna de esperanza y de poncho salteño. ¡Viva Salta, carajo!”.-















































