El gobernador dijo que se evalúa enviar un proyecto de ley a la Legislatura. El interventor afirmó que falta hacer un trabajo de “depuración de padrones”.

Tras los actos oficiales por el 212º Aniversario de la Batalla de Salta, el gobernador Gustavo Sáenz adelantó a medios salteños que se está evaluando enviar un proyecto de ley a la Legislatura Provincial para extender la intervención del municipio de Aguas Blancas, que actualmente rige hasta diciembre de este año.
La medida fue tomada tras la grave crisis institucional que atravesó la comuna fronteriza. Aguas Blancas, tuvo dos intendentes. Uno, Sergio Oliva, tiene condena confirmada por abrir un paso ilegal en la frontera con Bolivia. A su sucesor, Carlos Martínez, le revocaron en octubre de 2024 el arresto domiciliario por entorpecer la investigación del asesinato de su propio hermano, César “Oreja” Martínez, quien fue ultimado por sicarios en noviembre de 2023 en una calle de Orán, en un crimen con sello narco. En esta causa está involucrado el juez de Orán, Claudio Parisi, acusado de obstruir la investigación de la muerte de Martínez.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, manifestó que no había conversado ni acordado con el gobernador sobre la posibilidad de extender la intervención, pero resaltó la necesidad de depurar los padrones electorales para evitar que ciudadanos bolivianos que no residen en la localidad puedan alterar el resultado de futuras elecciones. “No están dados los tiempos para depurar el padrón electoral, sigue influyendo mucho el boliviano que no vive en Aguas Blancas, pero puede votar”, afirmó a El Tribuno.
Zigarán indicó que la decisión de prorrogar la intervención debería fundamentarse en la Legislatura y que, en caso de ser necesario, estaría dispuesto a continuar en el cargo que ocupa desde fines de septiembre del año pasado. Anteriormente fue interventor de Aguaray y también de Salvador Mazza, donde los intendentes terminaron presos y con problemas con la justicia provincial y federal. “Ya van cuatro años que estoy fuera de mi casa, necesito ir y venir, ir y venir, pero bueno, no hay problema”, sostuvo.
Uno de los principales desafíos que enfrenta Aguas Blancas es la falta de información certera sobre su población. “Depende a quién le preguntes, puede haber cuatro mil, puede haber seis mil habitantes, realmente no lo sabemos”, dijo el interventor, señalando que la presencia de ciudadanos extranjeros sin residencia efectiva complica el panorama electoral.
En cuanto al clima social, Zigarán explicó que la localidad sigue convulsionada, especialmente por la implementación del Plan Güemes, una iniciativa que busca regularizar el comercio en la frontera. “Hay gente que estaba viviendo bajo temor. Imaginate, años de vivir en el descontrol y justo aparece un plan que busca instaurar orden”, señaló. Agregó que, debido a su rol, algunos lo han tomado como una especie de “vocero” del plan, lo que generó cierto rechazo en sectores que ven amenazados sus intereses económicos.
“Si te ponés a pensar en el alambrado en la frontera, el 85% de los argentinos quiere que sea más grande, y acá es todo lo contrario”, concluyó Zigarán, destacando que todas las acciones implementadas se enmarcan dentro de las normativas constitucionales vigentes.-
FUENTE DE LA INFORMACIÓN: EL TRIBUNO